lunes, 1 de diciembre de 2008

CON FIESTA CIUDADANA EN PLAZA DE ARMAS FINALIZA CONCURSO SANTIAGO EN 100 PALABRAS


Con un evento de carácter ciudadano, abierto al público, encabezado por la banda chilena “Conmoción”, Plagio, Minera Escondida y Metro de Santiago premiarán este lunes 01 de diciembre a los ganadores de la 8va versión del concurso “Santiago en 100 Palabras, una ciudad que se escribe”. La actividad se desarrollará a partir de las 19:30 horas en la Plaza de Armas de Santiago.

El concurso distinguirá al primer lugar y al premio del público con $1 millón. Al segundo lugar con $500 mil y el tercero con $250 mil. El premio al talento recibirá también un premio de $250 mil.

Además, todos los cuentos premiados serán exhibidos en trenes y estaciones del Metro, y serán impresos en 45 mil calendarios de bolsillo, 5 mil calendarios de escritorio y 5 mil magnetos ilustrados por el colectivo "Siete Rayas". Asimismo, quedarán estampados en 15 mil menús de calendarios que se distribuirán en 20 cafés de la ciudad.

Al finalizar la entrega de premios se repartirá entre el público asistente 1000 globos de helio que contendrán en su interior diversos pergaminos con un cuento. La idea es que todos sean soltados simultáneamente e inunden el cielo capitalino con historias breves.

ACERCA DEL CONCURSO

Santiago en 100 palabras es hoy uno de los fenómenos de participación más importantes de la literatura chilena, convirtiéndose en el certamen literario con mayor convocatoria en Chile, consolidando el género de micro cuento en nuestro país.

En las 8 versiones de concurso han participado 250 mil cuentos, lo que demuestra la gran acogida que ha tenido este certamen en el público, convirtiéndose en un concurso de carácter ciudadano.

Este año, participaron en el concurso 37.162 historias, encabezadas mayoritariamente por jóvenes entre 18 y 35 años, donde fue común la recepción de textos referentes a Facebook y el sistema capitalino de transporte: el Transantiago.

El éxito de este proyecto ha hecho que este concurso “se exporte” a otros países como Colombia con su concurso “Medellín en 100 palabras”.

Iniciativas como éstas fomentan la reflexión sobre nuestra ciudad e insertan la literatura en el espacio público.

Este concurso es una iniciativa conjunta entre Minera Escondida, Metro de Santiago y Plagio, quienes hacen posible que este certamen se realice año a año.

CUENTOS FINALISTAS


A GANADOR
Con mil pesos fui al Teletrak y me traje a mi papá.
Cristián Escamilla, 23 años, La Cisterna

ADRIÁN Y YO
Con Adrián vivimos en el centro. Me hace reír mucho. Está convencidísimo de que es un asesino en serie. “Soy un roba almas”, dice mientras nada inquieto de un lado a otro en la pecera que le compré. Últimamente está muy callado. Intenté hacerle cariño, pero inmediatamente comenzó a dar saltitos acrobáticos queriendo morderme algún dedo. Se cree piraña. Un domingo lo vi devastado, así que disolví 1/4 de fluoxetina en su agua y me tomé otra pastilla yo. Estuvimos toda la tarde mirando fijo por la ventana, tarareando canciones en inglés. Es que a veces nos sentimos muy solos.
Paloma Amaya, 25 años, La Reina

COSAS DE LA FORTUNA
Plaza Brasil: vamos a comer a Los Chinos Pobres. Sobre la mesa hay galletas de la fortuna. Abro una y mi fortuna dice: “Ayúdenme, estoy atrapado y soy esclavo en una fábrica de galletas”.
Carolina Valenzuela, 33 años, La Florida

DEFENSA DEL IMPRUDENTE

Soy de los buenos ciclistas de Santiago. No por mi condición física, sino porque entiendo el tráfico. Hay acciones que parecen temerarias, pero bien ejecutadas carecen de todo riesgo. Sé reptar entre los autos y sé anticiparme a sus dudas. Cuando ellos me tocan la bocina y me gritan “¡tarado!”, “¡pelotudo!”, “¡¿te querís hacer bolsa?!”, yo ya estoy calculando otra cosa: una micro que pone segunda (no puedo fiarme), un auto que no me ha visto (tengo margen), una luz amarilla (no queda otra). Ahí voy. Me tapan a bocinazos, pero sé lo que estoy haciendo.

Daniel Hopenhayn, 26 años, Santiago

EL HOMBRE
Había una vez un hombre que tenía la cabeza vuelta hacia atrás y al caminar nunca supo si avanzaba o retrocedía. En la desesperanza habitaba constantemente y su confusión se agudizaba al cruzarse en la calle con sus amigos y vecinos, quienes no sabían si decirle hola o adiós, porque nunca comprendieron si iba o venía.
Viviana Trujillo, 39 años, Graneros

IGUALES
Dios nos hizo a su imagen y semejanza. Me consuela saber que Él es igual de feo que yo.
Verónica Gutiérrez, 19 años, Ñuñoa

INFORME DIFERENTE
El detective detalló con buena letra todos los antecedentes del caso. El criminal del Parque Forestal estaba identificado con toda seguridad. Pero en forma sorpresiva e inexplicable, desde dentro del texto, el personaje afectado borró las frases que lo incriminaban, absorbió indignado la tinta de la pluma, a continuación la pluma, enseguida la mano y luego al detective completo.
Patricio Zulueta, 64 años, Santiago

INTIMIDAD PASAJERA
Se llama Juana Catrilqueo Peña. Nació hace 63 años en Mantilhue, una localidad rural ubicada a 70 kms de Osorno. A los 15 se vino a Santiago a trabajar como nana. Tuvo un hijo que murió atropellado en la Alameda el año 86. Desde entonces vive sola en una pieza que arrienda en Quilicura. Es callada, sigilosa y muchas veces pasa desapercibida. Viaja en micro todos los días a la casa de sus patrones y aprovechándose del tumulto y los apretones de una intimidad obligada, acurruca su cabeza en el hombro de otro pasajero sin que nadie se dé cuenta.
Gonzalo Andrade, 26 años, La Florida

LOS ALBAÑILES
Se mira las manos sucias y partidas antes de caminar hasta la baranda del andamio. Está en la punta del edificio. Durante un rato observa la ciudad abrazada por la nube de esmog. Luego ve emerger las siluetas de las construcciones aledañas. Y al cabo de un momento, desde la cumbre de una de ellas, observa el destello de la luz del sol rebotando en un pequeño espejo que sostiene un hombre en su mano. Es la señal convenida.
Renard Betancourt, 57 años, Ñuñoa

ME ENVIABA CARTAS
Matías siempre me enviaba cartas. Me decía lo bueno de mí, me hablaba del día y de la noche y me copiaba poemas que generalmente me gustaban y a veces me asustaban. Un tiempo pensé que me había enamorado de él, pero no, no pasó nada. Ahora salgo con Tomás. Matías dejó de enviarme cartas. De repente me dice que lea poemas de Bertoni y de Tellier. No me gustan nada.
Gabriel Aldea, 20 años, Las Condes

PINGÜINOS
Comenzó de forma discreta: un copo de nieve en el torniquete, otro sobre la línea amarilla. Poco a poco tanto los vagones como los andenes se llenaron de cuerpos negros y manchas blancas. Un día se tomaron un tren. Había al menos quince decenas de ellos. Cubrieron el piso de hielo e idearon un sistema para que nevara con un aroma distinto en cada vagón. Cuando tomaron posesión de la línea completa trajeron al festejo un par de osos polares. Regalaron patines en caja y hubo todo el día helado gratis. Fue la mejor revolución pingüina que haya visto.
Emilia Díaz, 17 años, Ñuñoa

TARDE AL CIRCO
Un payaso harapiento caminaba por la berma en el sentido contrario de la autopista. En su mano llevaba un bidón y tenía las manos manchadas con grasa. Su cara pintada de blanco hacía resaltar una nariz roja y grande. Desde la ventana de un auto un niño lo vio pasar. Esa noche no pudo dormir. Se quedó pensando qué le hacían a los payasos si llegaban tarde al circo.
Rodrigo Fernández, 23 años, Vitacura

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