Con una gran fiesta ciudadana en Plaza de Armas animada por la Banda Conmoción, se realizó la premiación de la octava versión del certamen “Santiago en 100 palabras”, en el que participaron 37.162 historias.
“Adrián y yo”, de Paloma Amaya (25 años) obtuvo el primer lugar y Gonzalo Andrade (26 años) ganó el premio del público con su cuento “Intimidad Pasajera”, con 2.569 votos. Ambos recibieron $1 millón.
Por octavo año consecutivo, Plagio, Minera Escondida y Metro de Santiago llamaron a los ciudadanos de nuestro país a participar en el concurso literario de mayor convocatoria en Chile. Se trata de “Santiago en 100 palabras”, que este año –bajo el lema “una ciudad que se escribe”- llamó a sus participantes a plasmar en pequeños cuentos alguna historia relacionada con la ciudad de Santiago o la vida urbana contemporánea.
La 8ava versión de este certamen distinguió al primer lugar (“Adrián y yo”, de Paloma Amaya, 25 años, comuna de La Reina), y al premio del público (“Intimidad pasajera”, de Gonzalo Andrade, 26 años, comuna de La Florida) ambos con $1 millón. Cabe destacar la alta participación del público en la elección de su cuento favorito, que en esta ocasión alcanzó los 15.972 votos.
El segundo lugar (“Los albañiles”, de Renard Betancourt, 57 años, Ñuñoa) recibió $500 mil; y el tercero (“Tarde al Circo”, de Rodrigo Fernández, 23 años, Vitacura), $250 mil. El premio al talento joven recayó en Emilia Díaz (17 años, comuna de Ñuñoa) con su cuento “Pingüinos”, y recibió un premio de $250 mil.
Además, todos los cuentos premiados serán exhibidos en trenes y estaciones del Metro, y fueron impresos en 45 mil calendarios de bolsillo, 5 mil calendarios de escritorio y 5 mil magnetos ilustrados por el colectivo "Siete Rayas". Asimismo, quedarán estampados en 15 mil menús de calendarios que se distribuirán en 20 cafés de la ciudad.
El criterio de selección del jurado -integrado por Alejandro Zambra (“Bonsái”), Roberto Fuentes (“Puro hueso”), y Carmen García, fundadora y directora de proyectos de Plagio- apuntó este año a elegir cuentos que transmitieran las representaciones, las imágenes y el sentir cotidiano que los ciudadanos comunes y corrientes tienen con respectos a su ciudad.
La ceremonia de premiación, que se llevó a cabo en la Plaza de Armas de Santiago, contó con la participación de la Banda Conmoción, quien musicalizó los cuentos finalistas (1er, 2ndo y 3er lugar; premio al talento joven; premio del público y menciones honrosas).
Al finalizar la entrega de premios, se repartió entre el público asistente 1000 globos de helio que contenían en su interior diversos pergaminos con un cuento. Estos fueron soltados simultáneamente, inundando el cielo capitalino con historias breves.
ACERCA DEL CONCURSO
“Santiago en 100 palabras” es hoy uno de los fenómenos de participación más importantes de la literatura chilena, convirtiéndose en el certamen literario con mayor convocatoria en Chile. Desde el año 2001, ha inspirado más de 250 mil cuentos, convirtiéndose también en una de las intervenciones urbanas más originales y reveladoras.
En su octava versión, el concurso recopiló 37.162 historias, encabezadas mayoritariamente por jóvenes entre 18 y 35 años, donde fue común la recepción de textos referentes a Facebook y el sistema capitalino de transporte: el Transantiago.
El éxito de este proyecto ha hecho que este concurso se exporte incluso a otros países como Colombia, con su concurso “Medellín en 100 palabras”.
La clave para hacer de este certamen tan popular, es que ha logrado instalar el mundo de las letras en la calle. Cada dos años se edita un libro -de bolsillo de 100 mil ejemplares- con los mejores cuentos que han participado, texto que se entrega de forma gratuita con motivo del Día Internacional del Libro.
CUENTOS GANADORES
1ER LUGAR: “ADRIÁN Y YO”
Con Adrián vivimos en el centro. Me hace reír mucho. Está convencidísimo de que es un asesino en serie. “Soy un roba almas”, dice mientras nada inquieto de un lado a otro en la pecera que le compré. Últimamente está muy callado. Intenté hacerle cariño, pero inmediatamente comenzó a dar saltitos acrobáticos queriendo morderme algún dedo. Se cree piraña. Un domingo lo vi devastado, así que disolví 1/4 de fluoxetina en su agua y me tomé otra pastilla yo. Estuvimos toda la tarde mirando fijo por la ventana, tarareando canciones en inglés. Es que a veces nos sentimos muy solos.
Paloma Amaya, 25 años, La Reina
SEGUNDO LUGAR: “LOS ALBAÑILES”
Se mira las manos sucias y partidas antes de caminar hasta la baranda del andamio. Está en la punta del edificio. Durante un rato observa la ciudad abrazada por la nube de esmog. Luego ve emerger las siluetas de las construcciones aledañas. Y al cabo de un momento, desde la cumbre de una de ellas, observa el destello de la luz del sol rebotando en un pequeño espejo que sostiene un hombre en su mano. Es la señal convenida.
Renard Betancourt, 57 años, Ñuñoa
TERCER LUGAR: “TARDE AL CIRCO”
Un payaso harapiento caminaba por la berma en el sentido contrario de la autopista. En su mano llevaba un bidón y tenía las manos manchadas con grasa. Su cara pintada de blanco hacía resaltar una nariz roja y grande. Desde la ventana de un auto un niño lo vio pasar. Esa noche no pudo dormir. Se quedó pensando qué le hacían a los payasos si llegaban tarde al circo.
Rodrigo Fernández, 23 años, Vitacura
PREMIO AL TALENTO JOVEN: “PINGÜINOS”
Comenzó de forma discreta: un copo de nieve en el torniquete, otro sobre la línea amarilla. Poco a poco tanto los vagones como los andenes se llenaron de cuerpos negros y manchas blancas. Un día se tomaron un tren. Había al menos quince decenas de ellos. Cubrieron el piso de hielo e idearon un sistema para que nevara con un aroma distinto en cada vagón. Cuando tomaron posesión de la línea completa trajeron al festejo un par de osos polares. Regalaron patines en caja y hubo todo el día helado gratis. Fue la mejor revolución pingüina que haya visto.
Emilia Díaz, 17 años, Ñuñoa
PREMIO DEL PÚBLICO: “INTIMIDAD PASAJERA”
Se llama Juana Catrilqueo Peña. Nació hace 63 años en Mantilhue, una localidad rural ubicada a 70 kms de Osorno. A los 15 se vino a Santiago a trabajar como nana. Tuvo un hijo que murió atropellado en la Alameda el año 86. Desde entonces vive sola en una pieza que arrienda en Quilicura. Es callada, sigilosa y muchas veces pasa desapercibida. Viaja en micro todos los días a la casa de sus patrones y aprovechándose del tumulto y los apretones de una intimidad obligada, acurruca su cabeza en el hombro de otro pasajero sin que nadie se dé cuenta.
Gonzalo Andrade, 26 años, La Florida
MENCIONES HONROSAS
A GANADOR
Con mil pesos fui al Teletrak y me traje a mi papá.
Cristián Escamilla, 23 años, La Cisterna
COSAS DE LA FORTUNA
Plaza Brasil: vamos a comer a Los Chinos Pobres. Sobre la mesa hay galletas de la fortuna. Abro una y mi fortuna dice: “Ayúdenme, estoy atrapado y soy esclavo en una fábrica de galletas”.
Carolina Valenzuela, 33 años, La Florida
DEFENSA DEL IMPRUDENTE
Soy de los buenos ciclistas de Santiago. No por mi condición física, sino porque entiendo el tráfico. Hay acciones que parecen temerarias, pero bien ejecutadas carecen de todo riesgo. Sé reptar entre los autos y sé anticiparme a sus dudas. Cuando ellos me tocan la bocina y me gritan “¡tarado!”, “¡pelotudo!”, “¡¿te querís hacer bolsa?!”, yo ya estoy calculando otra cosa: una micro que pone segunda (no puedo fiarme), un auto que no me ha visto (tengo margen), una luz amarilla (no queda otra). Ahí voy. Me tapan a bocinazos, pero sé lo que estoy haciendo.
Daniel Hopenhayn, 26 años, Santiago
EL HOMBRE
Había una vez un hombre que tenía la cabeza vuelta hacia atrás y al caminar nunca supo si avanzaba o retrocedía. En la desesperanza habitaba constantemente y su confusión se agudizaba al cruzarse en la calle con sus amigos y vecinos, quienes no sabían si decirle hola o adiós, porque nunca comprendieron si iba o venía.
Viviana Trujillo, 39 años, Graneros
IGUALES
Dios nos hizo a su imagen y semejanza. Me consuela saber que Él es igual de feo que yo.
Verónica Gutiérrez, 19 años, Ñuñoa
INFORME DIFERENTE
El detective detalló con buena letra todos los antecedentes del caso. El criminal del Parque Forestal estaba identificado con toda seguridad. Pero en forma sorpresiva e inexplicable, desde dentro del texto, el personaje afectado borró las frases que lo incriminaban, absorbió indignado la tinta de la pluma, a continuación la pluma, enseguida la mano y luego al detective completo.
Patricio Zulueta, 64 años, Santiago
ME ENVIABA CARTAS
Matías siempre me enviaba cartas. Me decía lo bueno de mí, me hablaba del día y de la noche y me copiaba poemas que generalmente me gustaban y a veces me asustaban. Un tiempo pensé que me había enamorado de él, pero no, no pasó nada. Ahora salgo con Tomás. Matías dejó de enviarme cartas. De repente me dice que lea poemas de Bertoni y de Tellier. No me gustan nada.
Gabriel Aldea, 20 años, Las Condes
“Adrián y yo”, de Paloma Amaya (25 años) obtuvo el primer lugar y Gonzalo Andrade (26 años) ganó el premio del público con su cuento “Intimidad Pasajera”, con 2.569 votos. Ambos recibieron $1 millón.
Por octavo año consecutivo, Plagio, Minera Escondida y Metro de Santiago llamaron a los ciudadanos de nuestro país a participar en el concurso literario de mayor convocatoria en Chile. Se trata de “Santiago en 100 palabras”, que este año –bajo el lema “una ciudad que se escribe”- llamó a sus participantes a plasmar en pequeños cuentos alguna historia relacionada con la ciudad de Santiago o la vida urbana contemporánea.
La 8ava versión de este certamen distinguió al primer lugar (“Adrián y yo”, de Paloma Amaya, 25 años, comuna de La Reina), y al premio del público (“Intimidad pasajera”, de Gonzalo Andrade, 26 años, comuna de La Florida) ambos con $1 millón. Cabe destacar la alta participación del público en la elección de su cuento favorito, que en esta ocasión alcanzó los 15.972 votos.
El segundo lugar (“Los albañiles”, de Renard Betancourt, 57 años, Ñuñoa) recibió $500 mil; y el tercero (“Tarde al Circo”, de Rodrigo Fernández, 23 años, Vitacura), $250 mil. El premio al talento joven recayó en Emilia Díaz (17 años, comuna de Ñuñoa) con su cuento “Pingüinos”, y recibió un premio de $250 mil.
Además, todos los cuentos premiados serán exhibidos en trenes y estaciones del Metro, y fueron impresos en 45 mil calendarios de bolsillo, 5 mil calendarios de escritorio y 5 mil magnetos ilustrados por el colectivo "Siete Rayas". Asimismo, quedarán estampados en 15 mil menús de calendarios que se distribuirán en 20 cafés de la ciudad.
El criterio de selección del jurado -integrado por Alejandro Zambra (“Bonsái”), Roberto Fuentes (“Puro hueso”), y Carmen García, fundadora y directora de proyectos de Plagio- apuntó este año a elegir cuentos que transmitieran las representaciones, las imágenes y el sentir cotidiano que los ciudadanos comunes y corrientes tienen con respectos a su ciudad.
La ceremonia de premiación, que se llevó a cabo en la Plaza de Armas de Santiago, contó con la participación de la Banda Conmoción, quien musicalizó los cuentos finalistas (1er, 2ndo y 3er lugar; premio al talento joven; premio del público y menciones honrosas).
Al finalizar la entrega de premios, se repartió entre el público asistente 1000 globos de helio que contenían en su interior diversos pergaminos con un cuento. Estos fueron soltados simultáneamente, inundando el cielo capitalino con historias breves.
ACERCA DEL CONCURSO
“Santiago en 100 palabras” es hoy uno de los fenómenos de participación más importantes de la literatura chilena, convirtiéndose en el certamen literario con mayor convocatoria en Chile. Desde el año 2001, ha inspirado más de 250 mil cuentos, convirtiéndose también en una de las intervenciones urbanas más originales y reveladoras.
En su octava versión, el concurso recopiló 37.162 historias, encabezadas mayoritariamente por jóvenes entre 18 y 35 años, donde fue común la recepción de textos referentes a Facebook y el sistema capitalino de transporte: el Transantiago.
El éxito de este proyecto ha hecho que este concurso se exporte incluso a otros países como Colombia, con su concurso “Medellín en 100 palabras”.
La clave para hacer de este certamen tan popular, es que ha logrado instalar el mundo de las letras en la calle. Cada dos años se edita un libro -de bolsillo de 100 mil ejemplares- con los mejores cuentos que han participado, texto que se entrega de forma gratuita con motivo del Día Internacional del Libro.
CUENTOS GANADORES
1ER LUGAR: “ADRIÁN Y YO”
Con Adrián vivimos en el centro. Me hace reír mucho. Está convencidísimo de que es un asesino en serie. “Soy un roba almas”, dice mientras nada inquieto de un lado a otro en la pecera que le compré. Últimamente está muy callado. Intenté hacerle cariño, pero inmediatamente comenzó a dar saltitos acrobáticos queriendo morderme algún dedo. Se cree piraña. Un domingo lo vi devastado, así que disolví 1/4 de fluoxetina en su agua y me tomé otra pastilla yo. Estuvimos toda la tarde mirando fijo por la ventana, tarareando canciones en inglés. Es que a veces nos sentimos muy solos.
Paloma Amaya, 25 años, La Reina
SEGUNDO LUGAR: “LOS ALBAÑILES”
Se mira las manos sucias y partidas antes de caminar hasta la baranda del andamio. Está en la punta del edificio. Durante un rato observa la ciudad abrazada por la nube de esmog. Luego ve emerger las siluetas de las construcciones aledañas. Y al cabo de un momento, desde la cumbre de una de ellas, observa el destello de la luz del sol rebotando en un pequeño espejo que sostiene un hombre en su mano. Es la señal convenida.
Renard Betancourt, 57 años, Ñuñoa
TERCER LUGAR: “TARDE AL CIRCO”
Un payaso harapiento caminaba por la berma en el sentido contrario de la autopista. En su mano llevaba un bidón y tenía las manos manchadas con grasa. Su cara pintada de blanco hacía resaltar una nariz roja y grande. Desde la ventana de un auto un niño lo vio pasar. Esa noche no pudo dormir. Se quedó pensando qué le hacían a los payasos si llegaban tarde al circo.
Rodrigo Fernández, 23 años, Vitacura
PREMIO AL TALENTO JOVEN: “PINGÜINOS”
Comenzó de forma discreta: un copo de nieve en el torniquete, otro sobre la línea amarilla. Poco a poco tanto los vagones como los andenes se llenaron de cuerpos negros y manchas blancas. Un día se tomaron un tren. Había al menos quince decenas de ellos. Cubrieron el piso de hielo e idearon un sistema para que nevara con un aroma distinto en cada vagón. Cuando tomaron posesión de la línea completa trajeron al festejo un par de osos polares. Regalaron patines en caja y hubo todo el día helado gratis. Fue la mejor revolución pingüina que haya visto.
Emilia Díaz, 17 años, Ñuñoa
PREMIO DEL PÚBLICO: “INTIMIDAD PASAJERA”
Se llama Juana Catrilqueo Peña. Nació hace 63 años en Mantilhue, una localidad rural ubicada a 70 kms de Osorno. A los 15 se vino a Santiago a trabajar como nana. Tuvo un hijo que murió atropellado en la Alameda el año 86. Desde entonces vive sola en una pieza que arrienda en Quilicura. Es callada, sigilosa y muchas veces pasa desapercibida. Viaja en micro todos los días a la casa de sus patrones y aprovechándose del tumulto y los apretones de una intimidad obligada, acurruca su cabeza en el hombro de otro pasajero sin que nadie se dé cuenta.
Gonzalo Andrade, 26 años, La Florida
MENCIONES HONROSAS
A GANADOR
Con mil pesos fui al Teletrak y me traje a mi papá.
Cristián Escamilla, 23 años, La Cisterna
COSAS DE LA FORTUNA
Plaza Brasil: vamos a comer a Los Chinos Pobres. Sobre la mesa hay galletas de la fortuna. Abro una y mi fortuna dice: “Ayúdenme, estoy atrapado y soy esclavo en una fábrica de galletas”.
Carolina Valenzuela, 33 años, La Florida
DEFENSA DEL IMPRUDENTE
Soy de los buenos ciclistas de Santiago. No por mi condición física, sino porque entiendo el tráfico. Hay acciones que parecen temerarias, pero bien ejecutadas carecen de todo riesgo. Sé reptar entre los autos y sé anticiparme a sus dudas. Cuando ellos me tocan la bocina y me gritan “¡tarado!”, “¡pelotudo!”, “¡¿te querís hacer bolsa?!”, yo ya estoy calculando otra cosa: una micro que pone segunda (no puedo fiarme), un auto que no me ha visto (tengo margen), una luz amarilla (no queda otra). Ahí voy. Me tapan a bocinazos, pero sé lo que estoy haciendo.
Daniel Hopenhayn, 26 años, Santiago
EL HOMBRE
Había una vez un hombre que tenía la cabeza vuelta hacia atrás y al caminar nunca supo si avanzaba o retrocedía. En la desesperanza habitaba constantemente y su confusión se agudizaba al cruzarse en la calle con sus amigos y vecinos, quienes no sabían si decirle hola o adiós, porque nunca comprendieron si iba o venía.
Viviana Trujillo, 39 años, Graneros
IGUALES
Dios nos hizo a su imagen y semejanza. Me consuela saber que Él es igual de feo que yo.
Verónica Gutiérrez, 19 años, Ñuñoa
INFORME DIFERENTE
El detective detalló con buena letra todos los antecedentes del caso. El criminal del Parque Forestal estaba identificado con toda seguridad. Pero en forma sorpresiva e inexplicable, desde dentro del texto, el personaje afectado borró las frases que lo incriminaban, absorbió indignado la tinta de la pluma, a continuación la pluma, enseguida la mano y luego al detective completo.
Patricio Zulueta, 64 años, Santiago
ME ENVIABA CARTAS
Matías siempre me enviaba cartas. Me decía lo bueno de mí, me hablaba del día y de la noche y me copiaba poemas que generalmente me gustaban y a veces me asustaban. Un tiempo pensé que me había enamorado de él, pero no, no pasó nada. Ahora salgo con Tomás. Matías dejó de enviarme cartas. De repente me dice que lea poemas de Bertoni y de Tellier. No me gustan nada.
Gabriel Aldea, 20 años, Las Condes
No hay comentarios:
Publicar un comentario